Cogito ergo sum...



Con la mirada perdida, como alguien que se ausenta, así me siento yo, oteando el horizonte y buscando heridas que aún sangran por metodologías que la vida exige, y que nosotros atajamos con los ojos cerrados.


Es esa contradicción la que me trae de cabeza como un hecho irrefutable. Desde el pricipio de los tiempos, el mismísimo Aristóteles, en su doctrina, figuró "in media virtus" como modelo a seguir para el comportamiento humano. Pero, ¿dónde quedó eso?

Alfa y Omega, el pricipio y el final, la calma y la tempestad, la vida y la muerte, y todos los ejemplos que en tiempos se suceden, son el reflejo de que no hay una normalidad en los hechos, ya que todos son trastornos bipolares y anomalías que sólo en sueños podemos controlar. Es en la vigilia cuando la pesadilla acaba si te despiertas, pero si amaneces en el suelo, con tu cuerpo sobre la tierra calcina dentro de tu propia realidad, la coraza se acentúa porque estás desprotegido, desorientado, y vacío.

Mencioné a Aristóteles anteriormente. Éste posee en su conjunto filosófico un mérito indiscutible. Bajo la opinión de un servidor, parecía ser un mantenido, o si no, como ocurre con todos los grandes pensadores, ¿cómo podía tener tanto tiempo para pensar? ¿Cómo es posible que casi todos los grandes pensadores, sean hombres con largas horas para escribir y meditar sin la fatiga laboral, a pesar de que éstos, todos ellos, abogaran por la libertad, igualdad, fraternidad...inculcados durante la Revolución Francesa, si podría decirse que no discurrían por la sociedad de igual manera que cualquier plebeyo?

Dejad de preguntaros con cuestiones que jamás responderéis, como hacen todos los buenos filósofos. Pensad para vosotros mismos, si en verdad todo puede llegar a tener sentido, o si por asomo, no es la política global el despojo de estos grandes pensadores de la alta sociedad.

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