Formositas et flagrantia feminea...


El erotismo en pintura. El deseo carnal en un lienzo. La pasión de Baco en un cuadro impresionista fruto de la imaginación artística y excitada de Manet. Y es que la mente puede ser maravillosa en sueños, donde se producen los más sutiles e improvisados pensamientos ocultos en el interior de una persona.

La primera vez que observé esta obra, me sedujo la mirada efusiva de la mujer desnuda, su cuerpo totalmente en paños menores (o sin paños, mejor dicho) y la flor de sus cabellos resaltándolos mucho más. Su piel es demasiado blanca, en contraste con la mujer morena de la derecha liberándola de toda sensación pudorosa hacia el artista que la retrata.

Es un símbolo de majestuosa clase y el inicio del impresionismo.

¡Menudo canon de belleza el de la época!