Maestus commemoratio amoris...


La ausencia es el mayor temor de un servidor. Te colocas ante el peligro de la autodesintegración en medio de un local repleto de personas que se divierten, que sonríen y disfrutan de una acalorada discusión a acarcajada limpia. Tú, mientras tanto, en solitario buscando excusas para continuar con la batalla te sumerges en recuerdos prohibidos por tu mente cansada de angustias, y comienzas a cavilar en todo lo que te inquieta. Pero en soledad, donde no hay ningún tipo de ayuda exterior.

Piensas en la política elegida casi al azar para que un gobierno esperanzador y menos malo llegué, en la sociedad "multiconsumista" (es decir, que compramos todo tipo de avalorios variados) que históricamente se estudia como un consumo de masas donde los grandes almacenes se atiborran de clientes durante los fines de semana, siendo la mayoría de ellos unos adeptos consumidores pues sólo "echan ese pequeño vistazo" para pasar el rato.

Y sí, también está ella, pues... ¿qué es la sociedad sin amor? Nacemos por él, morimos por él, nuestro "autoconocimiento" personal proviene de experiencias amorosas donde somos verdaderamente nosotros en la máxima expresión. Como una patada en el estómago, azota mis pequeñas heridas su recuerdo. Ella lo era todo, y su perfume en otro cuello recobra su silueta elegante y firme, su tesitura de adolescente en cada llamada se esfuma si es otra persona la que está tras el teléfono. Su mirada inquieta de ojos avivados me despojan lentamente la calma y mis manos palpitantes entonces, se posan en sus cabellos al viento y juntos volvemos a acabar con la obra maestra que forjamos.

Por eso, nuestro miedo aparece cuando nos encontramos solos, ausentes y desorientados. Porque los peores y desquebrajantes recuerdos se sientan frente a ti, en el café, sin pedir permiso...

1 comentarios:

Lourdes N.A dijo...

Me encanta ese final que le has dado... Los recuerdos están en todos lados. Hasta un simple olor, una simple fragancia puede traernos una gran cantidad de recuerdos, difíciles de olvidar. Y es que sin amor no hay nada ;)

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