O, locus amoenus...


Ilusión óptica y maltrato social. Locura y egocentrismo. Paranoia. Un sol y una noche estrellada. La "polisignificación" en todos sus ámbitos se refleja en nuestras vidas. La percepción personal de los grandes momentos hacen que cada individuo interactúe consigo mismo en un sin fin de vigilias que ningún ser puede discutir. Los pequeños instantes son tan diminutos que a veces sólo se quedan en eso, fragmentos olvidados en un rincón que nunca nadie recuperará.

Sucede que todo es peculiar par cada uno de nosotros. La concepción de lo material se asemeja a los gustos, pues a cada cual le atrae algo diferente. Así, es inconcebible que exista tan poca variedad de sentimientos políticos, tan pocas variaciones en los componentes que sostienen las maderas arcaicas que mantienen "elevada" a la sociedad como marionetas, si con los partidos taxi todo estaba solucionado. El consenso es maravilloso, pero en contraposición a esto, se puede distinguir en la actualidad la mayor lucha de contrarios jamás generada, donde esos ideales han sido creados por despojos filosóficos que han funcionado vagamente durante tantos años.

Por eso, la concepción de la sociedad depende de la persona: del momento de cada mente, de la realidad de cada uno, y hasta de su estado anímico. Quizás así, vayamos de camino al paredón que juntos estamos construyendo.

No quiero formar junto con aquellas personas que estén de acuerdo conmigo un partido político o algo parecido, porque, para empezar, ya no existen líderes carismáticos como los que estáis pensando. Éstos, condicionaron el mundo y tal vez no dejaran que el curso normal del destino no discurriera pero fueron apoyados por millones de personas, cada una inmersa en su modelo nacionalista.

¿Globalización, señores?

Aún no nos hemos dado cuenta que somos ciudadanos del mundo y no simples habitantes de un país que se va a pique por sus dirigentes, los cuales han sido electos por nosotros.


¿Qué tal si formamos "Pangea"?

Nada va a funcionar porque desgraciadamente, la sociedad está corrompida. Y sí, el pesimismo nos arrastrará hasta el desahucio, por eso, cada uno interpreta el mundo a su manera y no por esa circunstancia nos denominan "locos". ¿Y Van Gogh? ¿También lo era?

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