Principium versus exstinctio...


Todo lo bueno acaba. Y creo que lo malo también. Jamás entendí las dos posiciones porque cada cosa acaba cuando debe acabar. A veces, finaliza algo de manera injusta y otras de forma irracional. Nada puede terminar racionalmente porque en este caso, nada se extinguiría.

Y creo posible que todo empiece cerca del final, pues en realidad, es donde todo empieza. Tras una crisis no hay mejor forma de solucionarla que empezando de nuevo o mismamente retocar los valores establecidos.

Y nuestro sino... ¿Comenzó tras su crucifixión o acabó después de ésta?

No hay mayor dolor cuando el sentimiento, el bienestar o la maravillosa libertad controlada se estancan cerca del final, que es donde todo empieza, pues en esta lucha de contrarios, según dicen, no puede haber bien si no existe el mal.

Y es que estamos cortados por el patrón de "una de cal y otra de arena".

Aquí llega el fin de "Información y Sociedad" y comienza una nueva andanza dentro de los ilimitados muros de Internet. Y quiero hacer una alianza con este blog: hasta que la desinformación nos separe.


Y una última recomendación del maestro "Fito":

Déjate llevar si el alma te lleva. Duele el corazón cuando te lo dejas cerca del final, donde todo empieza.

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